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Proyecto incluye colaboración internacional
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Son resultado de un estudio sobre flujo de peatones y tienen alto potencial de aplicabilidad en situaciones de catástrofe.
El movimiento de grandes volúmenes de personas es algo que se ha estudiado durante años y desde variadas disciplinas. Las matemáticas, ciertamente, no son la excepción y distintos modelos han surgido al respecto. El investigador de postdoctorado del Centro de Investigación en Ingeniería Matemática, CI²MA, de la Universidad de Concepción, Daniel Inzunza, junto colaboradores de otras universidades nacionales y extranjeras ha abordado este problema científico, obteniendo novedosas conclusiones.
De acuerdo al investigador, el problema le fue planteado por su colega de la U. del Bío-Bío Luis Miguel Villada y también han colaborado en los estudios realizados, el investigador del CI²MA y académico del Departamento de Ingeniería Matemática UdeC, Raimund Bürger, y Paola Goatin, de INRIA Sophia-Antipolis, Francia. “Los estudios de movimientos de peatones siempre se basan en esquemas numéricos de primer orden, esto es que requieren gran cantidad de trabajo de cómputo para lograr resultados precisos. Lo que logramos es que, utilizando menos recursos computacionales, alcanzamos casi la misma precisión que con métodos más lentos”.
Las ecuaciones utilizadas en este trabajo pueden ser usadas para estudiar distintos tipos de movimientos de masas, las que pueden ser peatones, pero también vehículos en problemas de tránsito, o bandadas de aves, por ejemplo. “La aplicación de métodos de análisis numérico a este tipo de problemas es bastante antiguo, pero nosotros hemos logrado desarrollar un método alternativo, de alto orden, y dentro de los problemas que tratamos, a modo de ejemplo, fue el estudio de cómo una cantidad importante de personas fluye por una salida o, dicho de otra forma, sale a través de una puerta dada”.
“Si bien, la primera impresión que tenemos es que, si ponemos obstáculos en el flujo de las personas, eso va a demorar la salida de ellas, experimentando nos hemos dado cuenta que, si disponemos estratégicamente estos obstáculos, el efecto es el contrario, o sea que se optimiza el tiempo de salida”, detalla Inzunza, sobre un problema que, por ejemplo, en el caso de la evacuación de grandes volúmenes de gente, como en un estadio lleno de asistentes, ante una emergencia, puede tener importantes implicancias.
El investigador explica que “éste es un problema científico abierto, dado que aún no hay estudios acabados acerca de cómo, dónde, a qué distancias, etc., se deben disponer obstáculos para optimizar el flujo de salida de las personas, e influir positivamente en los tiempos de evacuación”.
El grupo de científicos ha enviado a publicación un artículo en una revista especializada del área, y han comenzado a definir una nueva línea de investigación relacionada, que permita “darle un sustento más fuerte a la teoría, utilizando las mismas ecuaciones anteriores”, detalla Inzunza.