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Ponen el énfasis en la correcta asignación de fondos
Los académicos de la Universidad de Concepción, Gabriel Gatica y Raimund Bürger –respectivamente, Director y Sub-Director del Centro de Investigación en Ingeniería Matemática, CI²MA- analizaron el reciente anuncio sobre el recorte presupuestario de un 30% que sufrirán los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondecyt, de Conicyt para el próximo año. Consultados por Diario Concepción, ambos académicos coincidieron en que lo más relevante es focalizar correctamente los recursos asignados al desarrollo de actividades de investigación científica.
El Profesor Gatica descarta que haya un estancamiento en la actividad científica debido a la situación financiera. “No, no lo diría así tan drásticamente, lo que SI hay es una necesidad creciente por mayores recursos para financiar diversas iniciativas por parte de investigadores muy competentes, la cuales quedan fuera, no por falta de calidad, sino simplemente por insuficiencia de los fondos correspondientes. De hecho, y aun cuando las políticas chilenas en C & T no han sido optimas, ellas están muy lejos de catalogarse como deficientes. Más aun, a pesar de todas las dificultades, es innegable el gran desarrollo científico alcanzado por Chile en las últimas décadas, el cual es ampliamente reconocido a nivel internacional.”. En este mismo contexto, Gatica se refirió al proyecto que pretende establecer una Secretaría de Estado que lidere estas materias. “De crearse un Ministerio de C & T, lo primero que habría que hacer, en mi opinión, es normar de mejor manera las compatibilidades e incompatibilidades que se contemplarían con las distintos tipos de postulaciones posibles, para así dar opciones de financiamiento a un mayor número de investigadores meritorios. Es indudable que se puede hacer mucho más, y debemos apuntar fuertemente a ello, pero los fundamentos respectivos, más que de cantinela política para catapultar posteriormente a los "científico-políticos" a algún cargo en el futuro Ministerio de C & T, deben ser simplemente de realismo y proyección futura: se necesitan más recursos no porque no se haya hecho o no se esté haciendo nada relevante en C & T, sino más bien porque los recursos humanos respectivos y las necesidades del país siguen aumentando, y hay que tratar de satisfacerlas en la mayor medida posible. En particular, habría que cautelar que aquellos grupos que han demostrado fehacientemente su productividad e impacto permanente puedan seguir contando con financiamiento”, enfatizó.
En cuanto a la relación entre PIB e inversión estatal en ciencia, Gatica afirmó que “las comparaciones recurrentes que se hacen con los otros países de la OECD olvidan los diversos programas que ha implementado Conicyt, Mineduc y otros (a pesar de todas las dificultades) tanto en beneficio de la investigación como del posgrado, que NO existen en muchos de los países desarrollados (solo a modo de ejemplos me permito mencionar el programa de becas de doctorado para estudiantes extranjeros y las múltiples fuentes de recursos para invitar investigadores/postdoc extranjeros). De hecho, un exceso de alarmismo al respecto nos puede llevar a hacer comparaciones un poquitín "cojas" o incompletas. Me explico, hacer la relación entre cantidad de científicos por número de trabajadores empleados, o mirar el porcentaje del PIB que dedica cada país a ciencia y tecnología, es solo una parte de la historia. Otra parte muy importante tiene que ver con el destino que se le da a esos recursos. Por ejemplo, teniendo en mente las múltiples actividades de investigación y relacionadas, además de proyectos específicos, en que comúnmente nos involucramos los académicos de universidades chilenas, tales como estadías de investigación en el extranjero de investigadores y estudiantes, postdoctorados en el extranjero, postdoctorados en Chile, participación en congresos nacionales e internacionales, estadías de investigación en Chile de profesores y estudiantes visitantes, becas para estudiantes de postgrado chilenos y extranjeros, organizaciones de eventos en Chile, pasajes y estadías de conferencistas plenarios, etc. etc., me pregunto ¿qué porcentajes del recurso requerido para ellas han sido aportados por instancias de financiamiento nacional e internacional, respectivamente? Sin temor a equivocarme, me permito conjeturar que los porcentajes son diametralmente opuestos, siendo el primero de ellos el más cercano a 100, de modo que, en mi opinión, las políticas en Ciencia y Tecnología de Chile han sido más globales y generosas que las de países con mayor porcentaje de PIB invertido en C & T. Sin embargo, y por las razones que ya he explicado, SI se necesita aumentar nuestro porcentaje del PIB en C & T, pero aventurar a priori una cifra determinada me parecería imprudente. Dicho de otro modo, exigir desde ya un porcentaje del PIB tan alto como el de este pais o el otro, puede transformarse en otro porrazo tanto o más fuerte que el de la ‘educación universitaria gratuita para todos’. El slogan respectivo podría ser, irónicamente por cierto ‘investigación publica millonaria y de calidad para todos’. Y en cuanto a que priorizar, creo que debe financiarse a igual nivel de importancia tanto la ciencia pura como la aplicada”, detalló Gatica.
Sobre el punto de comparación con otros países, Raimund Bürger señaló que “Si bien la inversión per cápita en Chile parece ser muy por debajo del estándar OCDE, me consta que los recursos en investigación, aunque escasos, se están invirtiendo en forma eficiente; los diferentes concursos de Conicyt se adjudican mediante concursos transparentes y rigurosamente evaluados. No obstante, en el caso del postgrado, especialmente del Programa Becas Chile de estudios de doctorado en el extranjero se ha comentado mucho últimamente, y me sumo a esta observación, que se están invirtiendo recursos considerables para formar doctores en el extranjero sin que hubiera una política clara de su inserción al regresar a Chile. En otras palabras, no se está aprovechando la capacidad del recurso humano avanzado recientemente formado. Otro aspecto relacionado que me llama la atención es la muy pequeña parte, por lo menos en mi área de experticia, de los graduados formados en programas de postgrado (en Chile y afuera) que logre insertarse en sectores diferentes del académico. Creo que debe haber un sistema de incentivos que facilite la inserción de graduados en los sectores público y empresas”, enfatizó.
El Profesor Bürger hizo un análisis más amplio sobre las posibilidades de realizar actividades científicas que existen actualmente en nuestro país, desde su experiencia como extranjero y como matemático. “Soy ciudadano alemán y llevaba alrededor de diez años de experiencia como investigador asistente en mi país de origen cuando decidí, en 2005, asumir un cargo en la Universidad de Concepción. Mi impresión es que las dificultades que un investigador debe enfrentarse son similares en diversos países, independientemente de su nivel de desarrollo: la falta de tiempo, a veces de estudiantes, y por cierto la escasez de recursos de movilidad para viajar, realizar estadías, participar en eventos, o invitar a un colega. Los recursos se adjudican en Chile, tal como en todas partes, por concursos competitivos y no son garantizados a priori. Sin embargo la probabilidad de adjudicación en Chile es mayor que en la mayor parte de países europeos, por ejemplo, y efectivamente muchos jóvenes investigadores europeos y de otros países desarrollados se interesan en realizar un postdoc o asumir un cargo académico en Chile, país que ofrece oportunidades que no existen en otras partes. Por cierto, mi impresión favorable de Chile puede ser influenciada por el hecho de que en mi área, la matemática aplicada, se necesitan relativamente pocos equipos para hacer investigación; en primer lugar se necesitan recursos computacionales y acceso a revistas y bases bibliográficas”, explicó el también director del Programa de Doctorado en Ciencias Aplicadas con mención en Ingeniería Matemática de la UdeC, quien, además, se refirió a la situación particular que viven los científicos que desarrollan ciencia en regiones. “Valoro que hay incentivos visibles para desarrollar investigación fuera de Santiago, tales como la bonificación en puntaje de postulantes a becas de doctorado o la existencia de concursos especiales, tal como el destinado a atraer a científicos extranjeros a realizar estadías cortas en Chile para regiones. Sin embargo me consta que en el ámbito de postgrado existen ciertas desventajas para estudiantes de regiones; más de una vez un estudiante de doctorado se ha visto obligado a viajar a Santiago para realizar personalmente un trámite ante Conicyt ya que el tiempo de respuesta para preguntas sometidas en línea, el único canal admisible a parte de la consulta presencial, es lento”, afirmó.